“La historia de los fracasos en las guerras se resume en dos palabras…demasiado tarde.” Douglas MacArthur.
Trabajo
con frecuencia con empresas de pequeño tamaño y de base tecnológica,
con directivos emprendedores, con cualidades admirables. La mayoría
encuentran las mismas dificultades a la hora de comercializar sus
productos. Estas dificultades suelen tener orígenes comunes.
Aquí os dejo varias recomendaciones a tener en cuenta para que las cosas vayan mejor en el área comercial.
1.-
Desarrolla tu producto desde el principio con constante feedback de tus
futuros clientes. Un error frecuente es diseñar un producto al
completo, y una vez disponible intentar venderlo.
Recomendación:
involucra desde el principio en las especificaciones a un número lo más
elevado posible de potenciales clientes del servicio. Además, con mucha
probabilidad, serán tus primeros clientes.
2.-
Trabaja en ventas de modo constante y con intensidad. La gestión
comercial requiere una acción constante y de intensidad alta. Estas
características pueden ser contrarias al carácter creativo e innovador
del emprendedor, con una mente a veces dispersa en la búsqueda
permanente de nuevas ideas, con el riesgo de perder el foco.
Recomendación:
ten en tu equipo directivo a una persona con avanzadas competencias
comerciales, organizado, persistente y muy trabajador.
3.-
Crea vínculos con tus potenciales clientes. Planteate todo nuevo
contacto con un potencial cliente como el inicio de una relación
profesional duradera. Esto requiere cuidar las relaciones con mimo. La
comunicación debe ser una prioridad en tu empresa.
Recomendación:
diseña un plan con acciones concretas, plazos y frecuencias para
interactuar con tus potenciales clientes; pero que sea con una
orientación y objetivos comerciales.
4.-
Desarrolla permanentemente nuevas prestaciones. El cliente debe ver una
proyección de futuro en tu producto, tiene que percibirte como una
empresa en movimiento. Con frecuencia a los productos les falta un
hervor, algunas características clave para ser aceptados por el mercado.
Recomendación:
planteate el desarrollo de tu producto como algo sin límite temporal,
con recursos permanentes reservados para nuevas prestaciones.
5.- Crea marca. La venta va de la mano de la confianza. La confianza en una empresa se ve reflejada en su marca.
Recomendación: busca alianzas con marcas más fuertes que la tuya.
6.-
Identifica los procesos críticos y haz que funcionen como la seda.
Debes tener claro cuales son tus ventajas competitivas, y tus elementos
diferenciales, y apostar a muerte por ellos. Pero que los procesos que
los sustentan y los desarrollan estén perfectamente engrasados.
Recomendación:
identifica las ventajas competitivas de tu producto, analiza los
procesos de tu empresa que alimentan y protegen estas ventajas
competitivas, ten estos procesos en perfecto estado y mejóralos
permanentemente.
Las
dificultades en la venta de un producto, no necesariamente están
realacionadas con la bondad del mismo. La introducción de un producto en
el mercado por bueno que sea requiere ingentes esfuerzos. Sólo si se ha
trabajado correctamente se puede llegar a la conclusión que el producto
no tenía mercado. Y la acción comercial debe estar considerada desde
los inicios del proyecto.
Si
tienes que discontinuar algún producto que sea porque realmente no hay
mercado para el mismo, no porque no has hecho los deberes en el área
comercial.
¿Te
ves con compromiso y con fuerzas? porque esto es duro. Requiere mucho
esfuerzo en planificación y replanificación, y un esfuerzo aún mayor en
mantener esa planificación.
¿Qué recomendación me he dejado olvidada según tu opinión?
Gracias @Manuel_Cordoba por recomendarme la fuente de la imagen de este post.
Si te ha interesado este post, te puede interesar: Mejor segmentación, más experiencia comercial, más contactos, igual a más ventas
lunes, 30 de abril de 2012
martes, 24 de abril de 2012
Nuevos caminos para tus clientes
Si
abres nuevos caminos para tus clientes, estos transitarán por ellos.
Las necesidades de los clientes, la evolución de la competencia, y los
mercados, son cambiantes. Puesto que nos movemos en un mundo en continuo
cambio, nuestros clientes deben percibir también claramente que estamos
en movimiento, y que tenemos nuevas y renovadas propuestas para
ayudarles a mejorar su negocio. Os sugiero algunas estrategias que
podéis seguir.
Nos gustan las novedades y tenemos la tendencia a probar cosas nuevas, si nos dan la expectativa de nuevos resultados.
Así pues, debemos estar permanentemente desarrollando nuevos productos o prestaciones. Además de trabajar en nuestras competencias centrales, tenemos otras opciones que pueden ser interesantes:
- Prestar servicios complementarios que refuercen nuestra posición.
- Integración ascendente hacia el cliente. Asumir tareas que actualmente realiza nuestro cliente. Especializándonos podremos ser mejores que él, y podremos darle un servicio rentable.
- Integración descendente hacia nuestros suministradores. Podemos dar un servicio más completo, incluyendo servicios que nos sea más rentable prestar nosotros, en vez de depender de proveedores.
Una vez que tienes una buena posición con tu cliente, y le prestas un servicio importante para él, con alguna característica decisiva en la que eres altamente competitivo, te puedes basar en la confianza del cliente para venderle otros productos que heredan esta confianza ganada, y para los que no necesariamente tienes que ser el mejor del mercado.
En todo caso es necesario, según comento en mi anterior post “Planificar novedades, necesario, pero hay que comunicarlo”, que tu cliente vea a tu empresa en una continua evolución y generadora de novedades. De lo contrario llegará un momento que querrá probar a tu competencia.
¿Qué opciones tomas tú, centrarte en tus competencias centrales, integrar servicios ascendentemente o descedentemente, prestar servicios complementarios, otras...?
Nos gustan las novedades y tenemos la tendencia a probar cosas nuevas, si nos dan la expectativa de nuevos resultados.
Así pues, debemos estar permanentemente desarrollando nuevos productos o prestaciones. Además de trabajar en nuestras competencias centrales, tenemos otras opciones que pueden ser interesantes:
- Prestar servicios complementarios que refuercen nuestra posición.
- Integración ascendente hacia el cliente. Asumir tareas que actualmente realiza nuestro cliente. Especializándonos podremos ser mejores que él, y podremos darle un servicio rentable.
- Integración descendente hacia nuestros suministradores. Podemos dar un servicio más completo, incluyendo servicios que nos sea más rentable prestar nosotros, en vez de depender de proveedores.
Una vez que tienes una buena posición con tu cliente, y le prestas un servicio importante para él, con alguna característica decisiva en la que eres altamente competitivo, te puedes basar en la confianza del cliente para venderle otros productos que heredan esta confianza ganada, y para los que no necesariamente tienes que ser el mejor del mercado.
En todo caso es necesario, según comento en mi anterior post “Planificar novedades, necesario, pero hay que comunicarlo”, que tu cliente vea a tu empresa en una continua evolución y generadora de novedades. De lo contrario llegará un momento que querrá probar a tu competencia.
¿Qué opciones tomas tú, centrarte en tus competencias centrales, integrar servicios ascendentemente o descedentemente, prestar servicios complementarios, otras...?
sábado, 14 de abril de 2012
No te conozco de nada, ¿por qué te voy a comprar?
Ya puedes tener un producto espectacular que esto no es suficiente para que alguien te lo compre. Al revés es más factible. Se venden algunos productos penosos.
¿Cual es la diferencia entonces? La marca. La marca como generadora de confianza y transmisora de los valores intangibles que hacen que alguien termine comprando. Sin confianza no hay venta.
Puedes estar presentando tu fantástico producto a una empresa o consumidor, que él estará pensando “no te conozco de nada, ¿por qué te voy a comprar?”. Y tú reaccionas igual como consumidor. ¿No crees?
Si eres una pequeña empresa, o de reciente creación, es posible que me digas: “Ya, pero yo no dispongo de los recursos como para crear marca, todo lo que hago se orienta a conseguir ventas directamente”. Esto es un error. Disponemos de numerosos mecanismos para generar marca=confianza=ventas. Y la buena noticia es que algunos basados en tecnologías e Internet son muy asequibles.
Si no dispones de una marca desarrollada, además de trabajar permanentemente para desarrollarla, puedes, por ejemplo, “heredar” marca de otras, buscando prescriptores y socios adecuados. En estos posts anteriores doy algunas sugerencias: “Planificar novedades, necesario pero hay que comunicarlas” o “Ofrecer algo útil y crear vínculos emocionales con los clientes”
Claro que tampoco puedo dejar de vender, la marca tampoco vende sola. ¿Cómo trabajas tú tu marca?
¿Cual es la diferencia entonces? La marca. La marca como generadora de confianza y transmisora de los valores intangibles que hacen que alguien termine comprando. Sin confianza no hay venta.
Puedes estar presentando tu fantástico producto a una empresa o consumidor, que él estará pensando “no te conozco de nada, ¿por qué te voy a comprar?”. Y tú reaccionas igual como consumidor. ¿No crees?
Si eres una pequeña empresa, o de reciente creación, es posible que me digas: “Ya, pero yo no dispongo de los recursos como para crear marca, todo lo que hago se orienta a conseguir ventas directamente”. Esto es un error. Disponemos de numerosos mecanismos para generar marca=confianza=ventas. Y la buena noticia es que algunos basados en tecnologías e Internet son muy asequibles.
Si no dispones de una marca desarrollada, además de trabajar permanentemente para desarrollarla, puedes, por ejemplo, “heredar” marca de otras, buscando prescriptores y socios adecuados. En estos posts anteriores doy algunas sugerencias: “Planificar novedades, necesario pero hay que comunicarlas” o “Ofrecer algo útil y crear vínculos emocionales con los clientes”
Claro que tampoco puedo dejar de vender, la marca tampoco vende sola. ¿Cómo trabajas tú tu marca?
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