La eficacia y la eficiencia parecen el santo grial de nuestros días. Tanto en la vida profesional , como en la privada, se busca cada vez más el ideal de la actuación eficaz y eficiente. Alcanzarlo nos permitirá tener éxito, disponer de tiempo para nosotros mismos, nuestra familia y amigos. Y al mismo tiempo mantener un equilibrio en nuestras vidas. ¡Difícil carambola!
En este post intento daros algunas claves, píldoras concentradas de líneas de ataque, para avanzar en el camino de la búsqueda del santo grial .
1.- Priorizar. Todos pensamos que el origen de la eficacia está en la priorización. ¿Pero, en base a qué priorizo? Para esto necesito conocer cuales son mis objetivos.
2.- Objetivos. ¿Cómo fijo mis objetivos, en función de qué? Necesito conocer cuales son los principios que me mueven, lo que realmente me importa, es inamovible e irrenunciable. Esto es lo más difícil y el origen de la eficacia. Si estos principios son erróneos seré un gigante con pies de barro.
Ya, vale, me diréis, ¿no me tienes algo más concreto?. Si.
3.- Proactividad. Una definición distinta de la proactividad, la ofrecida por Stephen R. Covey. Soy proactivo si actúo sobre lo que tengo influencia. Si intento actuar sobre lo que no tengo influencia pierdo el tiempo, y hago que lo demás lo pierdan. Lo fantástico de esta estrategia es que si actúo sobre lo que tengo influencia, mi ámbito de influencia va aumentando con el tiempo. Y al contrario, si intento actuar sobre lo que no tengo influencia, mi ámbito de influencia se reducirá.
Imaginemos que os incorporáis a una nueva empresa o proyecto. Seguramente algunas de vuestras responsabilidades estarán claramente definidas. Esta será vuestra área de influencia. Imaginaos que detectáis puntos de mejora fuera de vuestra área de responsabilidad, y ¿”proactivamente”? el primer día sugerís algunos cambios. Es muy probable que estéis actuando fuera de vuestro ámbito de influencia, perdiendo vuestro tiempo y el de otros. Sin embargo, si os concentráis en vuestras competencias, y conseguís éxito, tras cierto tiempo generaréis la confianza suficiente para que se tengan en cuenta vuestras sugerencias en ámbitos cercanos a vuestras responsabilidades. Habréis aumentado vuestro ámbito de influencia. Si todo lo que hacéis funciona, es muy probable que vuestras sugerencias en otras áreas también sean buenas.
Esta estrategia es una de las fuentes de la eficacia. Pero de nuevo de nada sirve si no tengo claros, mis principios, mis objetivos y se priorizar mis esfuerzos.
Vale ya tengo claro todo esto, ¿por donde empiezo?
Necesitamos pautas concretas, un plan de acción para poder arrancar, e introducir cambios. Una serie de acciones estructuradas y concretas las presenta el concepto del Success Motivation Institute , del que daré algunas pinceladas en otro post. Es la propuesta más práctica, clara y útil que he visto a la hora de abordar ordenadamente el objetivo de ser más eficaces y eficientes.
Un consejo final por hoy. Buscad la naturaleza de las cosas. Hará que todo fluya fácilmente. Si vuestro pelo hace una onda hacia la izquierda, no intentéis domarlo hacia la derecha; buscad un peinado guapo con onda a la izquierda. Será más eficaz.
martes, 23 de febrero de 2010
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