Me ha gustado la anécdota de la cigüeña Cazurra, apodo que los vecinos de Santa Ana en la ciudad de León le han puesto, de modo cariñoso, a la única que ha conseguido anidar en la Iglesia. La historia comienza cuando se decide, por distintas causas, eliminar los nidos de cigüeñas de la torre de la iglesia, e instalar un enrejado para evitar los anidamientos. Vistas las nuevas dificultades, sólo una cigüeña intentó reconstruir lo perdido. Según parece, fueron innumerables los palos y el material que acabaron en el suelo, pero inasequible al desaliento, la cigüeña consiguió, para sorpresa de todos, encaramar su nido en un sitio pensado precisamente para evitarlo. La cigüeña cazurra se ha ganado el respeto de los vecinos, y por supuesto el derecho de mantener su nido en un sitio antes prohibido, adquiriendo un nuevo derecho.
Utilizo el adjetivo cazurro, aplicado en ocasiones a los de León, con un significado positivo, de terquedad en el cumplimiento de un objetivo, obviando la definición peyorativa del diccionario de la RAE. Como he leído en Internet buscando la palabra, no todo tiene por que estar en este diccionario.
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