Decía que a muchas personas nos cuesta vernos capaces de opinar o tratar temas de los que no nos consideramos expertos, en especial en un entorno laboral. Ya sabemos que cuando hay que hablar de fútbol todos somos expertos entrenadores. Quizás tenemos miedo a quedar mal, a hacer el ridículo.
Pienso que deberíamos hacer todo lo contrario. Deberíamos opinar de todo, expresar nuestro parecer sobre cualquier cosa que se nos pregunte, e incluso aunque no se nos pregunte. Los expertos de algo, con frecuencia, a base de aprender cómo se hacen las cosas vamos recortando caminos y opciones, que en un momento posiblemente no eran adecuadas, pero que pueden tornarse válidas al cambiar las condiciones de contorno. Por eso necesitamos la opinión de personas no contaminadas por la experiencia, que vean las cosas con el espíritu de un niño, y nos abran la mente a nuevas posibilidades. Así que preguntemos a todo el mundo que podamos sobre nuestras ideas aunque a priori no entiendan del tema, y sintámonos libres de opinar sobre cualquier cosa. Puede que demos en el clavo.
¿Qué opinas?