Hay cosas por las que merece la pena esperar toda la vida
Tengo una planta en casa que me traje hace más de 10 años desde León. Un esqueje de la casa de mis padres que viajó más de 700 km hasta Valencia. Se llama hoya carnosa o flor de cera. Echa unas flores muy originales, que casi parecen artificiales y tienen la curiosa particularidad de emitir un aroma bastante intenso sólo por la noche.
Mi flor de cera importada desde León se había pasado más de 10 años sin florecer. Hace un par de meses, cuando me di cuenta, estaba horriblemente cubierta de insectos. Tanto, que el primer impulso fue tirarla. Sin embargo, me pareció una especie de sacrilegio, después de tanto tiempo, deshacerme de ella sin más. Así que la traté. Para mi sorpresa, a las pocas semanas noté unos pequeños bultos que le salían entre algunas hojas.
Lo difícil es encontrar el paraíso. Aquello por lo que merece la pena esperar. Pero, ¿qué pasa si lo encuentras y se te niega el acceso? Una vez que sabes lo que quieres, el resto, de repente, pierde gran parte de su atractivo.
Tenemos la opción de abandonar aquello que se nos antoja imposible, o seguir trabajando por ello y buscar su conquista. Yo pienso que hay cosas por las que merece la pena apostar y esperar toda la vida si hace falta. Posiblemente no las alcancemos. Pero el premio en caso de éxito es tal, que abandonar no es una opción. Si encontramos las puertas del cielo hay que llamar hasta que se abran.
Si encuentras al amor de tu vida, ¿lo dejas pasar ante reiteradas negativas?
Esto no quiere decir que dejemos de hacer otras cosas que también merecen la pena. Florentino Ariza, el protagonista de la novela de Gabriel García Márquez "Amor en los tiempos del cólera", espera 51 años, 9 meses y 4 días, para conquistar al amor de su vida, Fermina Daza; sin embargo, durante este tiempo, no dejó de acostarse con decenas de otras mujeres.
¿Tu has encontrado tu paraíso? ¿Sigues llamando o ya te has dado la vuelta?
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