He
valorado miles de curriculums, sobre todo para decenas de puestos de
comercial de distintas características, presenciales, telefónicos, para
productos complejos o más sencillos, normalmente para empresas de base
tecnológica y proyectos web. Cada puesto tiene características
distintas, y hay que buscar profesionales con perfiles distintos. Poco a
poco vas desarrollando un sexto sentido para encontrar la media naranja
del puesto que tienes que cubrir. Como esto no es una ciencia exacta
siempre hay errores, a pesar de todos los filtros, pero cuando
descubres al diamante en bruto o al pura sangre, la satisfacción es
fantástica. Personalmente me gusta asumir riesgos controlados, apostar
por alguien en el que intuyes capacidades extraordinarias, antes que
elegir a alguien con menos riesgo pero con garantía de resultados
mediocres. A veces sale mal, pero la experiencia me demuestra que el
riesgo identificado y controlado merece la pena. No siempre el riesgo es
por resultados, sino que el riesgo puede ser profesional, o de
equilibrio de los equipos.
Pero
os había prometido en el título algunas anécdotas. Revisar curriculums
me produce un aburrimiento mortal, y encima hay que estar concentrado
para que entre tanto perfil inadecuado no se te cuele el bueno. Las
entrevistas ya son otra cosa. Para mí es altamente interesante poder
hablar con personas que te cuentan su vida, porqué han hecho esto o lo
otro, y aprendo mucho de estas historias personales/profesionales. Es
inevitable que surjan anécdotas, que le ponen un poco de pimienta a un
trabajo a veces algo monótono. Espero que a algunos os diviertan, y a
otros os ayuden un poco en la búsqueda de empleo.
De
los CV lo primero que miras es la foto. Me he encontrado fotos
recortadas de una foto del DNI, fotos de fotocopias, torcidas y
borrosas, fotos con la mano del novio pasada por el hombro, o abrazo del
colega en una noche de farra, la foto recortada de una foto de bodas,
fotos en el salón, en el pasillo, con iluminación de lado, repantingado
en un sillón, con la camiseta de estar por casa, fotos con pechos
enormes y escote infinito mirando al techo, posados inverosímiles,
peinados de boda, maquillajes de película, la webcam hace estragos … En
muchos curriculums sólo veo la foto...ya no sigo. Si no tienes una buena
foto, por favor no pongas foto. Y en general, aunque a mí como
reclutador me gusta tenerla, seguramente lo mejor es no incluirla.
Luego
miras qué tipo de trabajo está buscando el candidato. Aunque el puesto
es de comercial, es muy frecuente, que el candidato diga que le
gustaría trabajar de cajero en un banco, o de actor, profesora infantil,
de ingeniero informático, de veterinario… A mí los que más me
sorprenden son los que practicamente sin experiencia desean ya ser “jefe”; y no hay pocos. Hombre me parece muy bien, pero si estoy
buscando un comercial, no me cuentes a los 22 que tu principal objetivo
es ser jefe (¿jefe de qué?). A veces el CV no tiene mucho que ver con el
puesto al que se opta. Es necesario tener varios CVs optimizados para
los distintos tipos de puesto en los que estás interesado. Obviamente
cuando se busca trabajo siempre hay varias opciones, y una opción es la
disrruptiva, pero hay que adaptar el CV. Con mucha frecuencia tampoco
paso de aquí.
Por
favor prepárate un poco la entrevista. Al menos apréndete el nombre de
la empresa. Y no digas, “pues como echo el CV a todo lo que se mueve, no
tengo ni idea de qué va esta empresa, ¿supongo que es para comercial
no?”. Si no te sabes tu propio curriculum queda un poco mal, ¿no será
todo inventado?. A no ser que seas un crack de la venta no vayas con un
piercing en la lengua. Por favor quítate el abrigo, y no te sientes con
el bolso en el regazo. A tu mamá dejala en casa. Al menos intenta decirme lo que quiero oir. Ah!
claro, como no tienes ni idea de qué va la empresa y el puesto tampoco,
no sabes lo que quiero oir. ¿Para qué puesto decías que te postulabas?,
¿para comercial?
En
segundas entrevistas me gusta utilizar el arma del desgaste. Hago
entrevistas muy largas; con frecuencia paso de las 2 horas. Compadreo un
poco con el candidato, que se ría un poco, le alago otro poquito, y
cuando empieza a relajarse y a cansarse, empieza también a cantar la
traviata. Acaban contando todos los secretos que me interesan y que no
me deberían contar. Que si la novia le dejo tirado en el altar y desde
entonces no levanta cabeza, la enumeración de todos los fracasos
profesionales, o una explicación de media hora de por qué se llevaba tan
mal con el c... de su último jefe que le despidió. No me cuentes tus
intimidades ni tus problemas. Por favor quiero respuestas claras,
directas y concisas. No me aburras, se entretenido, natural y sobre todo
positivo. Vende éxitos. Todo el mundo tiene su habitación de los
horrores, más o menos grande; por favor no le hagas una visita guiada a
tu entrevistador. No mientas en la edad, es la mentira con menos recorrido que conozco. Con frecuencia pienso en las entrevistas, “no hombre
no, no me cuentes esto...”.
Llevado
por una cierta debilidad, suelo dar consejos a los candidatos; al menos
que saquen algo positivo del esfuerzo de la entrevista. Aunque algunos
no se si se los merecen.
Al
final yo estoy haciendo mi trabajo y estoy encantado de encontrar
candidatos idóneos que se venden de maravilla. Que también los hay.
Me
perdonaréis si no he estado todo el post escribiendo “candidatos y
candidatas”. No tengo ningún tipo de problema ni con el sexo ni con la
edad de los candidatas y candidatos.
Estáis avisados...
Un abrazo a todos los que se encuentran en búsqueda de empleo. ¡Mucho ánimo, seguro que encontráis un puesto adecuado!
¿Tienes tú alguna anécdota divertida?